Envíos GRATIS en península a partir de 5€

Terraceo sin gluten de supervivencia - Celi&Go

Terraceo sin gluten de supervivencia

A lo largo de todo el verano, las terracitas tienen ese no sé qué especial que no hay el resto del año. Tanto si nos quedamos en casa como si nos vamos de vacaciones, no perdonamos esos aperitivos tanto a mediodía como al caer la tarde. La idea principal es tomarse algo fresquito a la vez que nos despejamos con nuestros amigos, pero por supuesto no puede faltar el picoteo que nos ofrecen y ya sabéis que aquí empieza el periplo singlutenista.

Desde luego, hay muchos lugares en los que nos ponen una tapa sin gluten de mil amores, pero ya sabéis que hay lugares en los que parece que haya caído un meteorito que eliminara toda opción sin gluten. Incluso en las grandes ciudades, hay barrios en los que no hay manera de encontrar ni una mísera tortilla de patata hecha con cuidado de que no tenga gluten, por no hablar de los pueblos pequeños en los que si ya hay poca gente, aún habrá menos celíacos que demanden opciones.

Y todo esto sin entrar a valorar cuánto se llenan los locales por estas fechas y que es posible que el único sitio que tiene opciones sin gluten seguras esté hasta arriba.

Pero ya conocéis mi lema: nada de quedarse en casa si lo que queremos es salir a disfrutar como los demás. Como siempre, tendremos que ir armados de conocimiento, paciencia y nuestra mejor sonrisa. 

¿Los tenéis listos? ¡Pues vamos allá!

Hay mundo más allá de las aceitunas y las papas de bolsa

No voy a negar que son un recurso súper útil. ¡Qué os voy a contar! Me encantan tanto las papas de bolsa que en casa no las tengo porque sería un peligro. Así que fuera de casa cuando me pido algo para tomar, es mi recurso número uno dado que no me gustan las aceitunas.

Y un día de papas está bien. Dos... bueno, vale. Pero al tercero te salen las papas por las orejas, y desde luego hay opciones saludables muchísimo más interesantes e igual de accesibles para cualquier singlutenista. Teniendo en cuenta los cuidados necesarios para evitar la contaminación cruzada, hay varias tapas que nos pueden ofrecer en cualquier bar sin demasiada elaboración y sin que les resulte muy complicado.

  • Si sois de los que comen encurtidos, unas banderillas son una buena opción siempre y cuando vigilemos el aliño que tienen. Recordad que los encurtidos son genéricos siempre y cuando sean sin aromas ni especias.
  • Una tabla de jamón serrano o de quesos variados nos la pueden servir en cualquier sitio sin problemas. Aseguraos de avisar que no pongan picos ni pan por encima ni en el mismo plato, que ya conocemos lo extendida que está esta costumbre.
  • Preguntad por los frutos secos que suelen servir: a pesar de que suelen estar fritos o tostados, muchas de las marcas que utilizan ya en hostelería son sin gluten y es muy probable que tengáis suerte.
  • Las conservas de marisco o pescado al natural o en aceite también son genéricas y es fácil que en cualquier sitio nos la puedan servir en un plato con algo de tomate y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
  • Si tenéis algo más de hambre, una ensalada sencilla o una sepia a la plancha se prepara en un momento. Recordemos que hablamos de picoteo de supervivencia, así que no esperéis grandes elaboraciones culinarias.
  • Un salteado o un revuelto de champiñones: en una sartén limpia o a la plancha, los champiñones necesitan poco más para ser una tapa bien rica.

Si sois de los que siempre picotea con pan, que no os falten vuestros picos sin gluten o algún pan que se pueda comer sin necesidad de hornearlo. También podéis llevar vuestro pan directamente en la bolsa de la tostadora y bien guardadita en vuestro portabolsas.

Es tan importante el qué como el cómo

A la hora de picar algo en un bar improvisado, lo fundamental es ser ágiles, claros y tranquilizadores. Sé que no es lo ideal, pero pensad que nadie está obligado a darnos de comer, por lo que si no tenemos más opciones, tenemos que ser más listos y ponérselo fácil.

Explicad vuestra situación con amabilidad y tranquilidad

Nuestro objetivo número uno es conseguir que la persona con la que hablemos empatice con nosotros. No se trata de ser las víctimas aquí, pero sí hacerles ver que tan solo queremos pasar un buen rato con nuestros amigos y que nos sería de gran ayuda si nos pudieran ofrecer algo para comer.

El éxito de esta parte reside en el equilibrio entre estas dos partes:

  1. Hacerles ver que nuestras restricciones alimentarias no son un capricho, que se trata de un tema de salud y que no podemos hacer excepciones en nuestra dieta
  2. Transmitir que, con los cuidados adecuados (que les indicaremos), es fácil ofrecer opciones sin gluten de emergencia, que simplemente hay que tener en cuenta cuatro cosas y estar un poco atentos

Y, por supuesto, nos mostraremos enormemente agradecidos para que nada de esto caiga en saco roto.

Pedid algo sencillo

Ya hemos visto las opciones más fáciles y accesibles para casi cualquier bar. Seguro que se os ocurren un montón más (¡y me encantará leer vuestras ideas en los comentarios!), pero ya veis que todo se basa en una sola cosa: debemos recurrir a los genéricos

Repasad con quien os atienda el listado de los ingredientes que van a usar para lo que pidáis. Cuanto más corta sea esta lista, mejor: pensad en cosas sencillas como una ensalada de tomate y pepino, no os compliquéis con los aliños y evitad las frituras a toda costa.

Dadles las cuatro claves de la cocina sin gluten de emergencia

  1. No podemos usar maderas ni ningún material poroso. En general, en la hostelería están prohibidos, pero nunca está de más recordarlo.
  2. Priorizaremos los ingredientes genéricos y, si me apuráis, frescos. No os liéis con los productos procesados que están en la frontera entre el genérico y el no genérico según su presentación. Id a frutas, verduras, hortalizas, carnes sin procesar, pescados y huevos y será todo mucho más fácil. Insistid en que el aceite sea nuevo (que no "limpio") y en que no vayan más allá del vinagre y la sal. 
  3. Pedidles que por favor se laven las manos y los utensilios que vayan a usar para vosotros con agua y jabón. Comentadles que con eso es suficiente si no son porosos y veréis cómo se tranquilizan de ver que no hace falta parar y cerrar la cocina a cal y canto y desinfectarla por completo.
  4. Proporcionadles herramientas útiles que les puedan facilitar el cocinado. Limpiar una plancha en medio del servicio puede ser un lío impresionante que nos podemos ahorrar con una lámina profesional. Esta lámina es más gorda que la de horno y no ocupa nada para llevarla en el bolso dobladita. Se puede poner directamente sobre la plancha y hacer nuestra comida en ella sin ningún problema. 

Montárselo bien es todo un arte

Esto fue lo que pensé hace un par de semanas cuando estaba desayunando mi tostada con aguacate y huevo en un bar de Zaragoza. Sabía que mis amigos iban a querer desayunar fuera de casa, y por la zona de nuestro alojamiento no había nada para desayunar sin gluten. Así que mientras los demás terminaban de prepararse para bajar, yo me preparé rápidamente una tostada de aguacate que metí en un táper y que me llevé al bar

Al camarero le expliqué que era celíaca y que si no le importaba que sacara mi desayuno para poder acompañar a mis amigos y no me puso ninguna pega.

Insisto en que preferiría poder pedirme una tostada donde fuera, pero cuanta más naturalidad le pongo a estas cosas, más disfruto del momento, de la comida y de la compañía. Y a mí, eso me lo vale todo.

¿Cómo os lo montáis vosotros? ¿Sois unos artistas del singlutenismo callejero? ¡Me encantará leer vuestras ideas, seguro que cojo unas cuantas geniales!

Publicación más antigua
Publicación más reciente

PRODUCTOS RELACIONADOS

Cerrar (esc)
PSSST! EY, TÚ! (SÍ, TÚ)

Regístrate en nuestra NEWSLETTER y recibe un código con un 5% de descuento en nuestra tienda online. Además, serás el primero en conocer nuestras rebajas, nuevos productos y promociones.

Age verification

By clicking enter you are verifying that you are old enough to consume alcohol.

Buscar
Carrito
Su carrito actualmente está vacío.
Empezar a comprar