Hoy nos pasamos por aquí para contaros algo entre lo anecdótico y lo personal.
Queremos hablaros de Manuela (no es el nombre real, debido a que por privacidad tenemos restricciones) Pero su caso, nos ha pasado a nosotros y ocurre a muchas mamis en ese momento de enfrentarse a un viaje con amigos, instituto, colegio, etc… y tienen que evitar la contaminación cruzada.
El viernes, estábamos trabajando en la oficina como cualquier otro día, cuando recibimos la llamada de Manuela.
Su niño, se iba con el cole de viaje el lunes a las 6:00 de la mañana. Su preocupación no era, la hora a la que tenía que despertar a su hijo, la ropa que iba a llevar, si pasaría frío, como lo echaría de menos, todas esas preguntas para Manuela ya no eran prioritarias, a diferencia de lo que estamos acostumbrados.
Su problema era que sabía que su niño era un trasto y como no llevara unas bolsas para horno celiacos, tenía la certeza de que tendría un problema cenando con sus compañeros por la noche, ya que lo que más les gusta son precisamente las pizzas. Es más, realmente no iba a poder controlar al 100% lo que él comería y el riesgo de contaminación cruzada que tendría al ponerlo en un horno, tostador o plancha ajena.
Así que, cuan super mamá, decidió mirar nuestra web, echarle valentía y llamarnos porque realmente se encontraba en una situación “sensible” . No sé a vosotr@s, pero a nosotros nos da reparo a veces llamar por el que dirán o pensarán.
Claro, empezamos a hablar con Manuela y nos comenta que ella en casa intentó fabricar las bolsas antes de conocernos, cogió unas láminas de papel vegetal, fue a la ferretería a comprar pegamento que resistiera el horno y como pudo, hizo su invención casera para evitar la contaminación cruzada!
Ante eso, nosotros ya estábamos entregados! No puede ser más original! Una Mami, llegó a la conclusión que dio origen a Celi&Go hace ya seis años! No nos lo podíamos creer
Manuela desesperada nos dijo que su experimento no funcionó, se quemó y se rompió mientras lo “testeaba”. En ese momento, lo único que nos venía a la cabeza era la cantidad de horas y horas que hemos invertido con cuaderno, técnicos y laboratorio para llegar a las bolsas.
Simplemente imaginarnos a una persona pasar por esa situación en su casa. Pensar que en el momento en el que comparte la experiencia con una amiga, la miraría con cara de madre mía!! Sólo nos provocaba admiración y ternura! Todo por intentar evitar la contaminación cruzada a su niño. En fin, la definición definitiva de SUPER MAMÁ.
Lo que hicimos a continuación estaba claro, ese mismo sábado en el hotel en el que se hospedaba el niño de Manuela tenía un Kit de productos para celiacos Celi&Go para evitar la contaminación cruzada para unos cuantos meses. Ahhh e hicimos un tour por la catedral muy divertido!
En definitiva, queremos deciros que con estas experiencias hacéis que nuestro trabajo sea un placer, ofrecéis sentido a nuestro esfuerzo y os damos las gracias por hacernos participes de vuestro día a día.
De hecho, gracias a mamás como Manuela hemos podido desarrollar un servicio urgente. Sabemos que detrás de cada venta de Celi&Go hay una persona que tiene que evitar la contaminación cruzada. Sois vosotr@s los que nos ayudáis a poner los pies en la tierra y recordarnos que el producto que ofrecemos cubre una necesitad muy concreta para las personas que conviven con la celiaquía y que tenemos muy presente en el día a día.
Bueno también hemos extraído una conclusión más, y es que, por favor, siempre tener un pequeño sobre en casa para cualquier imprevisto de viaje que tengáis. Mejor llevar uno de sobra que no tener un disgusto o directamente no poder comer.
Nos vemos pronto C&G Family!
